Keira Hale {Casting}

Nombre del pj:
Keira Hale
Ambientación:
Keira en el baño de su casa, con sus constantes dudas sobre su futuro matrimonio.

Prueba:

Sus ojos se encontraban inamovibles, hundidos dentro de su propia mirada que se reflejaba en el espejo, pero aún así no estaba prestando atención a lo que veía. Tan solo su cuerpo se encontraba allí, en el baño de su casa como todas las mañanas, pero su mente vagabundeaba por lugares bastante lejanos. Las dudas le acosaban, todos los días era lo mismo. Inmóvil con las manos sobre el frío mármol de la encimera, se debatía consigo misma, pensando si realmente lo que estaba haciendo era lo correcto, si las ataduras la llevarían a la felicidad, si en serio se merecía que alguien la quisiera de aquella forma desenfrenada, cuando lo único que hacía era imponer cierta distancia, no porque no le quisiera, con toda certeza sabía que no deseaba estar con nadie más, pero la sola palabra matrimonio le hacía erizar el vello de la nuca. "Matrimonio" pensó esperando que al no pronunciarla sonara más agradable, pero no. "Acepto. Esposa. Alianza. Hasta que la muerte los separe." Se le hizo un nudo en el estómago, estaba aterrada. ¿Cuál era el maldito problema? Santo cielo, si tan solo lo supiera, ¿por qué demonios no podía actuar como una persona normal una vez en su vida?, pero ¡Oh, sorpresa! Keira nunca había sido una persona normal, y después de veintidós años de rarezas no iba a cambiar. Se suponía que tenía que estar emocionada, pensando constantemente en vestidos blancos y arreglos florales y solo preocuparse de que cuando llegara la hora él estuviera esperándola en el altar, con una sonrisa encantadora y una gran similitud a uno de esos perfectos modelos de Armani que salían en las revistas de modas, a los que Scott no tenía nada que envidiarles. Las piernas se le aflojaban al pensar en él, como toda una adolescente, pero no, no quería casarse. No estaba preparada para asumir esas responsabilidades, además de que no creía en el matrimonio en lo más mínimo, no quería terminar tres años más tarde (y eso si tenía suerte y no se acababa antes) peleando por un departamento, un coche, o alguna otra tontería.

Pero, ¿por qué las cosas tenían que cambiar? Su lado positivo le infundió algo de valor, pero su negatividad era más poderosa. Sus orbes verdes se mantenían abiertos como platos con una expresión claramente asustada, sus labios se entreabrieron queriendo soltar alguna palabra con la que reconfortarse, pero solo se escapó un diminuto suspiro, que a penas pudo escuchar.
"Cobarde" le regañó su conciencia. - No soy cobarde - respondió en su susurró. Sacudió un poco la cabeza al darse cuenta de que estaba hablando sola, más indicios de locura no estaban bien. Se inclinó sobre el fregadero y abrió la llave, deteniéndose a observar el fluir del agua antes de poner las manos bajo el grifo. Estaba helada, eso le alivió. Cerró los ojos y se empapo el rostro, algunos mechones de su cabello rojizo quedaron adheridos sobre su piel. "¿A qué le temes, Keira?" volvió a hablar su conciencia, pero ésta vez no respondió. No sabía la respuesta. Se quedó en blanco, sintiendo como las gotas de agua helada resbalaban por su barbilla.

Apartó la vista de sus ojos y divisó los estantes que tenía detrás, donde tenía acomodados frascos con productos para el cabello y cosas de tocador. Agachó la cabeza sin poder contener el impulso, y en ese mismo instante un recipiente de crema se estrelló contra el espejo haciéndolo pedazos. Suspiró reconfortada, aunque romper cosas utilizando sus manos resultaban más desestresante, pero su poder la mayoría de las veces pedía salir, y ella no hacía más que dejarlo ser.
- ¿Keira? - le escuchó con completa claridad. Scott sin duda había escuchado el desastre que acababa de hacer. - Yo... estoy... estoy bien - gritó, pero el tartamudeo no era bueno, él sabría que algo andaba mal. - Voy a entrar - no estaba pidiendo permiso. Y sin más, la puerta del baño se abrió, dejando ver el rostro adormilado de su prometido que le miró expectante en busca de respuesta. - Solo se salió de control... - respondió ella al instante encogiéndose de hombros, sabiendo que él entendería a que se refería. - ¿Te encuentras bien? - le preguntó acercándose unos pasos y tomando una de sus manos, regalandole una de esas sonrisas que por momentos disipaba sus dudas. - Perfecta - contestó sin dudar.

CASTING ACEPTADO
Bienvenida. Ya puedes iniciar con tú ficha y Registros