Dylan Booker.(CASTING)

Nombre del PJ: Dylan Booker.
Ambientación: Entrada del Pimer Banco Nacional.
Prueba:

Era una mañana algo calurosa, agitada y abarrotada de peatones que cruzaban la acera como si se los fuera a llevar el mismísimo diablo. Se sabía que la ciudad de New York era una capital económica y eje para muchas entidades y países en el mundo moderno; era así que un muy encantador joven de azabache cabello transitaba como cualquier peatón cerca del primer banco nacional, ya cuando se podía distinguir bien al chico se lo notaba alarmantemente cerca de la entra del gran primer banco nacional del a cuidad. Dentro del ajetreo de la urbe un camión blindado estaba estacionado delante de la acera mientras un guardia muy armado que miraba hacia los lados muy atento a su trabajo.
Caminando a un poco de paso más acelerado el joven antes mencionado se acercó hacia el guardia que resguardaba el blindado. La primera impresión del custodio fue de confianza ya que el hombre que se acercaba mantenía una pose erguida y orgullosa tal como si fuera alguien de alta sociedad, también lo convencía la ropa muy formal que el sujeto llevaba. Acto seguido cuando Dylan estaba cerca del trabajador del banco pudo dirigirse a él.- ¡Señor, por favor tiene que acompañarme! -. Exclamó al custodio, mientras el guardia le tomaba más atención, Dylan levantó su mano derecha y con suavidad rozó con las yemas de sus dedos el carpo de aquel guardia. Como si un ciclón los ojos del robusto guardia se nublaron por unos segundos, poco a poco Dylan iba esbozando una pequeña sonrisa. Dubitativo observando sus alrededores el mencionado guardia pudo observar a el muchacho bien vestido, acto seguido aquel señor se dirigió al muchacho.- Perdone joven, ¿usted me estaba platicando algo?-. Preguntó dudando; aquel guardia no se acordaba qué hacía en aquel lugar así que su única opción era preguntarle al que estaba a su lado.

Tal actor profesional Dylan colocó una cara de víctima de naufragio señalando un callejón cerca del lugar.- ¡ Ahí!, ¡ahí!-. casi gritó señalando el callejón.- Usted tiene que ayudarla, ¡una anciana es atacada por unos pandilleros!-. Sorprendido por la afirmación de él, de una rápida carrerilla se dirigió el guardia al callejón seguido muy cerca por Dylan.

Cuando llegaron los dos, el guardia se encontró con que no había nadie en dicha parte oculta de la ciudad. Enojado él volteó para poder ver a Dylan y así poder reclamarle sobre la pesada broma de él, pero no pudo lograrlo porque al instante que se volteaba él joven noqueó al guardia.
Con mucha prisa Dylan removió el uniforme del Guardia que se encontraba noqueado, cuando se terminó de vestir volvió a tocar el desnudo brazo del guardia con las yemas de sus dedos y acto seguido corrió hacia el camión de nuevo. Cuando llegó otro guardia estaba al frente del camión y al ver al muchacho con el uniforme de su compañero corrió en sigilo para aprenderlo sin causar alboroto a los usuarios del banco, no fue hasta que se acercó a Dylan que pudo tocarlo con la yema de sus dedos de nuevo y la historia se repitió; guardia desorientado y que no recordaba que hacía ahí, hasta que sintió un ligero golpe en el hombro de alguien que llevaba la misma ropa que él, dedujo de lo poco que recordaba que trabajaba para una compañía de seguridad y que a lo mejor él era un nuevo compañero. Dylan el uniformado subió al vehículo así como su compañero, viajaron un par de minutos hasta que el coche se detuvo, Dylan miró fijamente a su compañero y le dio instrucciones de que se bajara. Como todavía seguía confuso obedeció al joven y caminando obediente tal como cordero al matadero abandonó el vehículo.

Tras ya no tener a nadie como compañero, avanzó con el vehículo un par de minutos más. llegando a la barrera de los quince minutos, una par de motocicletas rodearon al camión y con una desafortunada coincidencia las llantas del auto blindado reventaron misteriosamente, eso se trataba de un asalto. Activando el freno estrepitosamente el móvil de detuvo haciendo que sus perseguidores también frenaran. Con una tranquilidad sepulcral, Dylan entró a la parte posterior del camión por una entrada de emergencia de la cabina del conductor donde arrojó todas sus armas cerca de la puerta posterior del coche esperando la entrada de sus enemigos. Calculador cual mente criminal Dylan acertó las acciones de los malhechores, ellos volaron la puerta en cuestión con un misil de corto alcance pero poderoso derribándole en un santiamén. Demostrando de nuevo sus cualidades de actor, él se encontraba con las manos arriba y con el rostro expresando miedo como becerro a medio morir, los tres tipos que entraron al lugar, fueron con máscaras y lo asediaron a Dylan apuntándolo con armas de grueso calibre sobre la anatomía él.-No te muevas crío-.Susurró uno de ellos hacia Dylan. Era obvio que esta situación no era favorable para él así enseguida puso a rodar su estrategia; arrodillándose ante sus captores él pudo tomar a uno por los tobillos tocando los jeans que llevaba puesto, pasó lo inevitable, el criminal se perdió en la nebulosa por unos segundos y su mirada estaba aún más extraviada que las dos personas anteriores que había tocado cosa que alarmó a sus compañeros que decidieron apuntar a Dylan a ver que había hecho.- Oigan si sólo toqué su pierna, ¡ASÍ!-. Con un ágil movimiento logró alcanzar las piernas de cada uno de sus enemigos tocándoles y causando la misma reacción que el primer criminal caído. Ellos pareciera que estaban bajo el efecto de una droga muy potente, así que Dylan decidió actuar, le quitó las armas a los criminales y las colocó lejos de su alcance.

Cuando los tres estaban conscientes, se encontraban sentados en filas los tres sin sus máscaras observando a Dylan que ahora estaba con un traje muy formal sentado en una bolsa con dinero y con una potente Desert Eagle de 45mm en su mano. Aterrorizados miraron al muchacho tratando de dirigirse hacia él, uno de los ahí sentados abrió su boca, pero antes de pronunciar alguna palabra fue interrumpido.- Silencio bellaco, tienes prohibido dirigirme la palabra-. Mencionó al ahora amenazado mientras su tinte de voz cambiaba al suyo propio, uno egocéntrico y siempre formándose una ligera sonrisa en sus labios y su mirada penetrante y delatadora de sus pensamientos, se creía un ser divino.
Levantándose de el saco, Dylan se fue aproximando hacia ellos en dirección a la puerta, lentamente con su mismos nervios de acero y con el saco en la mano se dirigió hacia ellos.- Solo quédense para recibir su castigo-. Con calma fue tocando uno a uno hasta que cuando se dirigía hacia el tercero brincó por la salida del camión que ahora estaba sin su puerta para poder escapar, pero al instante fue parado por Dylan con un tiro a su muslo en pleno aire.

Bajó del camión y tocó al malherido criminal mientras un paramédico llegaba a la escena y se podía notar en aquella calle patrullas rodeando el camión. Siguió caminando y discretamente tocando al rescatista y abriéndose paso entre los policías que lo había visto Dylan salió del redondel que las patrullas había hecho perdiéndose entre la vorágine de personas que se encontraban en el lugar con su saco lleno de su preciado tesoro. Al día siguiente en el periódico apareció que la policía había detenido a parte de una banda muy grande que se dedicaba el ilícito, la inteligencia de la policía era muy buena al parecer...